Érase una vez una niña de 16 años llamada Ana que vivía en una casa con sus padres y su hermano. Ana era una estudiante inteligente y amable, pero estaba haciendo cosas peligrosas que sus padres no notaron en absoluto. Desde que Ana descubrió Internet a una edad temprana, Ana comenzó a amar las redes sociales y las discusiones en línea. En poco tiempo, comenzó a conocer extraños en Internet y a contarles sus historias personales. Siendo la curiosidad algo natural para los jóvenes, se adentró en el lado oscuro de Internet, explorando contenidos violentos, sexuales y peligrosos. Sus padres estaban tan ocupados con sus vidas que no veían lo que hacía su hija en Internet. Ana comenzó a buscar empresas en Internet que la animaran a seguir por el camino oscuro y hacer cosas peligrosas y potencialmente ilegales.
Un día la policía llegó a la casa de Ana y le dijo que estaba detenida por estar involucrada en actividades ilegales en Internet. Sus padres estaban desconsolados y no podían entender cómo había caído su amable y cariñosa hija. Han aprendido una lección importante sobre cómo proteger a sus hijos en línea y mantenerlos a salvo en un mundo donde el peligro está en todas partes.
Esta es una historia ficticia, pero está basada en hechos reales de jóvenes que se vuelven adictos al lado oscuro de Internet y caen en un pozo peligroso. Una clara advertencia: Los padres deben tener cuidado y monitorear a sus hijos en línea para mantenerlos seguros.