María, de 68 años, siempre ha sido tradicional y poco profesional. Sin embargo, después de jubilarse, se dio cuenta de que la tecnología podía ayudarlo a mantenerse en contacto con sus seres queridos y mantener su mente activa. Así que decidió explorar nuevas tecnologías, comenzando con un teléfono inteligente. Le sorprendió lo fácil que era aprender a usar un teléfono celular y rápidamente se convirtió en un experto en software de videoconferencia. Ahora puedes tener reuniones reales con tus hijos y nietos en cualquier momento, incluso si están en todo el país. Además, se dio cuenta de que la tecnología también puede ser una herramienta importante para mantenerse activo y aprender cosas nuevas.
Comenzó a tomar cursos en línea de historia, literatura y arte y se inscribió en un programa de aprendizaje de idiomas. Le sorprendió lo mucho que disfrutó la experiencia y lo bueno que era aprender siempre algo nuevo. María también vio que la tecnología puede ayudar a otros. Comenzó como capacitador de habilidades de alto nivel en su comunidad y disfrutó ayudar a otros a conocer los beneficios que tenía. María es un ejemplo inspirador de cómo la tecnología puede cambiar la vida de las personas mayores. Su historia demuestra que nunca es demasiado tarde para aprender cosas nuevas y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la tecnología.
Nota: Esta historia es ficticia y está diseñada para ilustrar cómo la tecnología puede tener un impacto positivo en la vida de las personas de la tercera edad. Es una historia que podría pasarle a cualquiera que decida aprender y aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece.